Que no te crezca nada
en el vientre
que no quieras
ni un ramo de violencias
ni el maíz avergonzado
Que no te crezca nada
en el vientre
que no quieras
ni por esa daga
ni por el escarnio
Que no te quiten nada
en la penumbra de una muerte
más
la tuya
la de todas
sin antisépticos de papel moneda
rodeadas de noes
Que no te crezca nada
en el vientre
que no quieras
No somos frascos de conserva
No somos la humanidad
de vaginas ofrendadas por un dios
Se sabe
No somos un bocadito
de maldad
Es que no somos eso que dicen
-siempre dijeron-
que debemos ser
Usamos un espejo sin fondo
para mirarnos por la historia
para cantarnos por la calle
para cobijarnos acá y antes
La compañera originaria
resistiendo entredientes
el territorio ultrajado
ultrajada gesta
entredientes la nena
de mi barrio conurbano
no saben su nombre
no le secaron sus lágrimas
pero va a parir
Acá la compañera ya cría
y más golpes más hambre
no puede
La otra en sus noches de espuma
los sueños permitidos y los que no
Así el deseo como una aguja
la posibilidad como un ladrido
el entendimiento
como un atardecer estival el cuerpo
como una lluvia regando árboles
nuestra decisión
en estas sonrisas livianas
en estas manos destendidas
en estos goces sin miedo
Estamos tajeando el secreto
con que sobrevivimos
centenares de años de vidas
de eclipses de oprobio
Estamos tirando abajo
la espada y la pared
Obra visual: Maru @power.conurba Ilustradora del feminismo, del carnaval, de las transformaciones individuales y las colectivas, una artista del encuentro con las otras, a pura sensualidad, batalla y color. Educadora popular, especializada en Historia, militante comunitaria del Conurbano y murguera de siempre. Es parte de la murga Les @mocosxs_del.encontronazo de Moreno, donde la poesía se le metió en el cuerpo. También explora la posibilidad del placer en su escritura poética erótica.
Poema: Pamela Neme Scheij.
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