Publicó un cuadernillo y seis libros de poesía a la fecha. Fue incluída en el libro coral Alto Guiso, poetas de La Matanza. También colaboró con notas y ensayos en diversos medios. Actualmente lo hace en el blog “El Furgón” de Sudestada, con cinco preguntas a poetas. Coordina talleres literarios.
Arquitectura de la sombra
Un reflejo del foco que pega sobre el río
se sumerge e indica
a tantos grados
a tanta latitud
se corre el foco con el viento
casi no permite el tiempo
de exposición necesario
para hablar del amor
a veces el vicio interpretativo es lo único
posible
pero cambia demasiado rápido la orientación
y si trasciende se clava en el agua
va hacia abajo
y la negrura es mayor
sólo es visible el flotar de las luciérnagas
y a una altura así del foco
la muerte habla en las manos de la luz
parece una instantánea de valor documental
o el sueño de algún monstruo en la pantalla del cielo
esta es la situación
¿cuál es la escapatoria?
aprovecho los brotes de luminosidad
que trae el río y me afirmo
para un tramo más allá
pero es sólo eso, siglos sobre mis pasos
y el resto un umbral
en el que andan los cuerpos interpuestos
entre el agua
y la oscuridad.
***
Ella hundía sus manos en el lavarropas
se notaba en su rostro un esfuerzo por no ser tragada,
hundía sus manos como buscando el mayor pez
y extraía sábanas y medias.
Las retorcía como una campesina degollando gallinas,
las tiraba en el balde y volvía a repetir la operación.
Entre extracción y retuerzo a veces
una flota de pensamientos se adelantaban a las sábanas.
No eran pensamientos tranquilos
pero los peces siempre salían vivos.
Entonces, la sorprendía hablando sola.
– ¿De qué hablás má?
-De mis peces muertos.
ANCESTRAL 2
se recuesta apoyada en el árbol y mira
sabe que esos hombres pueden
ser para ella, sabe que alguno
no querrá soltarla, sigue
el derrotero del que imagina y la hace feliz
ser amiga
del joven de la tribu vecina
en eso hay algo que escapa
mira a los pies del árbol
la relación simétrica entre cada
movimiento caótico del mundo
y los invierte
las nubes verticales
los árboles horizontales
el agua aérea
los soles que nacen de quemar la tierra
para el fuego
las crías de la tribu
en el salto agigantado de la especie
no la dejan escuchar lo suficiente
porque primero quiere apreciar
y no hay tiempo
muy temprano
muestra la espalda al cielo
en un solo vaivén, durante horas
luego entre los interludios de la luz
persigue una sensación llena de articulaciones fugaces
hasta que el cuerpo dolorido pide
sueño.
Coordina esta sección Melisa Papillo.
Fotografía: Jésica Barneto. Nací en Buenos Aires, con espíritu curioso e inquieto, fui construyendo mi vínculo con la fotografía de manera amateur. Disfruto fotografiar momentos de contemplación y silencio, cuando la naturaleza habla por sí misma.
👏👏👏👏👏
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